[...] Pero mi muerte no se produjo. Atenea, remplazó mi cuerpo, bajo la soberbia armadura, por el de uno de los muchos héroes caídos en combate, y ese fue el cuerpo que los perros y las carroñeras despedazaron, pues nunca se incineraban ni se enterraban los cadáveres en aquellos tiempos, ya que el fuego y la tierra eran parte de nuestros dioses y no debían ser contaminados. Lo de la unión de mis supuestas cenizas a las de Patroclo, fue poético, pero pura invención de alguno de los numerosos copistas de los textos originales. Yo fui trasladado al Olimpo y, allí, mi madre, la diosa Tetis, y sus nereidas y ninfas restañaron mis heridas y cuidaron con afán mis doloridos tendones. Poco después Zeus, gran diplomático, donde los haya, me declaró Inmortal...
[...]Por otra parte, mi relación con Patroclo fue mucho más allá que la fuerte y simple amistad que me unía a otros de mis compañeros o que sigue uniéndome a alguno de ellos, como ocurre con Diomedes, mi actual socio. Por Patroclo, mi amado primo, siempre sentí una especial atracción; desde nuestra prematura pubertad mantuvimos relaciones muy íntimas que compatibilizamos con nuestra intensa devoción por la mujer y sus suaves cuerpos, llenos de ondulantes y jugosos rincones negados a la constitución masculina. Era cosa frecuente en mi época y durante los siglos posteriores, en las civilizaciones grecorromanas, asiáticas o árabes, mantener relación homosexual pública con atractivos varones sin que ello fuera causa de escándalo, nadie tenía que recurrir a ese ridículo salir de los armarios, como ocurre en los tiempos actuales, era una cosa natural y frecuente que realzaba la condición varonil, añadiéndole una atractiva ambigüedad, ambigüedad muy apreciada por las mujeres. Fueron los tiempos posteriores los que satanizaron la unión homosexual, como satanizaron la promiscuidad heterosexual, admitido en otros tiempos, del que la sociedad actual pretende, con hipocresía, aborrecer, cuando jamás fue tan infame su utilización como lo es ahora. [...]
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario